La boda de Raquel y Miguel en la Quinta de Hayara: un día mágico
El 13 de septiembre de 2024, Raquel y Miguel celebraron su boda en la preciosa Quinta de Hayara, un lugar ideal para un evento tan especial. Rodeados de sus seres queridos, la pareja vivió una jornada llena de momentos inolvidables que tuvimos el honor de capturar como su fotógrafos de bodas.
Preparativos en la Quinta de Hayara
Raquel decidió prepararse en la misma finca, acompañada por sus padres y su hermano. Desde los primeros instantes, el ambiente estuvo lleno de emoción. Raquel lucio un precioso vestido de tirantes junto con una capa abotonada al pecho. Unas sandalias doradas y un ramo de rosas blancas hacian que Raquel luciera preciosa. Como fotógrafos, fue un placer inmortalizar esos momentos previos donde las miradas cómplices y los gestos de cariño eran protagonistas.
Miguel, por su parte, se preparó en casa de sus padres, rodeado de su familia. Su atuendo, un traje azul con una corbata azul clarito reflejaba perfectamente el estilo elegante que caracterizó toda la boda. Pude capturar esos momentos íntimos antes de la ceremonia, cuando la emoción se notaba en cada detalle.
Ceremonia en la Quinta de Hayara
La ceremonia se realizó en los hermosos jardines de la Quinta de Hayara. Fue un momento cargado de emociones, en el que varios familiares y amigos dedicaron palabras llenas de amor a los novios. Uno de los momentos más simbólicos fue el ritual de las arenas, un hermoso gesto que simboliza la unión de sus vidas.
Después del intercambio de alianzas, los novios salieron entre una lluvia de pétalos y cañones de mariposas, un instante lleno de magia que quedó plasmado en cada fotografía. Como fotógrafos, fue una oportunidad increíble captar la belleza de este momento en un entorno tan especial.
Cóctel y celebración
Después de la ceremonia, los invitados disfrutaron de un cóctel exquisito en los jardines de la finca. La Quinta de Hayara ofreció un espacio ideal para que los asistentes pudieran relajarse, charlar y disfrutar de la gastronomía. Cada sonrisa, brindis y detalle fue capturado, asegurándome de que cada recuerdo quede para siempre.
Una fiesta llena de alegría
La fiesta fue el broche de oro de un día perfecto. Los novios y sus invitados no dejaron de bailar y disfrutar, y uno de los momentos más divertidos fue cuando mantearon a los novios, una tradición que siempre saca carcajadas. Como fotógrafo, estos momentos espontáneos son los que mejor reflejan la verdadera esencia de la celebración.
Ser los fotógrafo de la boda de Raquel y Miguel en la Quinta de Hayara fue una experiencia maravillosa. Capturar cada instante en un entorno tan hermoso y con una pareja tan especial fue un verdadero placer.
