Hay sesiones que respiran verdad desde el primer instante, y esta preboda a caballo, fue una de ellas. Ana y Kevin son unos apasionados de los caballos y tenían claro que su preboda debía ser un reflejo de eso. El lugar elegido no podía ser más especial: el centro hípico de la abuela de Ana, donde han pasado tantos momentos en familia y donde el amor por los animales se siente en cada rincón.

En Sonrye Fotografía tuvimos el privilegio de capturar esta preboda a caballo en un entorno lleno de autenticidad. Realizamos fotos junto a los caballos, entre los pajares y en las cuadras, aprovechando la luz cálida del atardecer y la conexión natural entre ellos. La sesión fue una mezcla perfecta de ternura, naturaleza y emoción. No hubo poses forzadas ni artificios, solo la verdad de una pareja que se siente como en casa entre crines y monturas.

Este centro hípico ya nos había regalado otra sesión preciosa el año pasado, cuando hicimos allí la preboda de Laura y Víctor. También fue una tarde mágica, llena de risas, abrazos y momentos inolvidables entre caballos. Nos encanta volver a lugares donde ya hemos vivido emociones bonitas, y esta vez no fue la excepción.

Para nosotros, cada preboda tiene su propia historia, pero cuando se elige un espacio tan personal, esa historia se cuenta casi sola. Si sueñas con una sesión distinta, que hable de ti, de tus raíces o tus pasiones, no lo dudes: una preboda a caballo puede ser una experiencia inolvidable.