El pasado 27 de septiembre, Elena y Carlos celebraron su unión en la hermosa Finca Soto de Gracia, un lugar mágico rodeado de naturaleza que se convirtió en el escenario perfecto para su gran día. En Sonrye Fotografía tuvimos el honor de capturar cada momento de esta boda llena de amor, emoción y detalles especiales.

El día comenzó con los preparativos de los novios, cada uno en un lugar significativo para ellos. Carlos se arregló en el elegante hotel Puerta de América, donde sus familiares y amigos cercanos lo acompañaron en los momentos previos al «sí, quiero». Elena por su parte se preparó en la propia finca.

Elena llevaba un vestido de novia con un corte clásico y elegante. El diseño incluía un cuerpo de encaje con mangas tres cuartos, aportando un aire romántico y sofisticado. La falda era lisa y caía con suavidad hasta el suelo, terminando en una pequeña cola que le daba un toque de distinción. Su ramo, en tonos naturales y tierra, completaba perfectamente el conjunto, añadiendo un contraste de color que resaltaba la frescura de su look.

Carlos, por su parte, optó por un traje oscuro que destacaba por su elegancia y detalles modernos. Combinó el traje con un chaleco en tono gris claro y una corbata a juego, aportando un toque de contraste que elevaba su estilo clásico. Su conjunto reflejaba la formalidad y sobriedad de la ceremonia, sin perder el toque de sofisticación necesario para la ocasión.

Mas tarde, la ceremonia se celebró en un pintoresco pinar dentro de la Finca Soto de Gracia, donde familiares y amigos tuvieron la oportunidad de dedicarles unas emotivas palabras a la pareja. Elena y Carlos intercambiaron votos llenos de amor y promesas sinceras, creando un ambiente íntimo que conmovió a todos los presentes. El momento culminante fue el intercambio de alianzas, sellando su amor en un entorno natural y romántico.

La salida de la ceremonia fue uno de los momentos más emocionantes del día. Los invitados se alinearon a lo largo del camino de salida y, con conos llenos de pétalos de flores, esperaron el momento perfecto para lanzar una lluvia de colores sobre los recién casados. Elena y Carlos, tomados de la mano y con grandes sonrisas, caminaron entre sus seres queridos, recibiendo el cariño y los buenos deseos de todos. La imagen de los pétalos volando en el aire, junto al pinar que los rodeaba, creó una escena inolvidable y llena de alegría,

El cóctel se llevó a cabo durante el atardecer, un ambiente perfecto para disfrutar de los deliciosos canapés ofrecidos mientras el sol se escondía tras el horizonte. Fue un momento de tranquilidad y disfrute, donde los invitados compartieron risas y conversaciones entre amigos y familiares.

Durante el banquete, los novios mostraron su agradecimiento entregando detalles especiales a personas importantes para ellos, como a las futuras madres entre los invitados, su querida abuela, y también a sus padres y hermano. La celebración incluyó una emotiva interpretación de «Cumpleaños Feliz», que añadía un toque personal y entrañable a la velada.

Para cerrar el día, Elena y Carlos protagonizaron un precioso primer baile como esposos, seguido por una hora loca en la que todos los invitados se unieron a la pista para disfrutar y celebrar al máximo. La alegría y el entusiasmo fueron contagiantes, y la noche se llenó de música, risas y baile.

Fue un honor para nosotros en Sonrye Fotografía haber capturado esta boda tan especial en la Finca Soto de Gracia. Cada instante, desde los preparativos hasta el final de la fiesta, reflejó el amor y la felicidad de Elena y Carlos, y estamos agradecidos de haber formado parte de un día tan inolvidable.


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