Sandra y Jorge siempre supieron que su boda sería especial. Amantes de la montaña y la naturaleza, eligieron el precioso entorno de Tejera Negra para sellar su amor el pasado 21 de septiembre. Aunque el día estuvo marcado por la lluvia, nada pudo detener la alegría y emoción que se vivió en esta boda tan auténtica y llena de momentos inolvidables.
Un inicio perfecto en Tejera Negra
Los preparativos comenzaron temprano en la finca. Sandra y Jorge se alojaron en habitaciones separadas, donde cada uno disfrutó de momentos de calma antes del gran sí.
Sandra lucía un vestido espectacular que reflejaba su elegancia y personalidad. El diseño, fluido y con una capa larga, era digno de un cuento de hadas, con un cinturón de pedrería que realzaba su figura. Jorge no se quedó atrás, con un traje de un azul profundo que combinaba a la perfección con el entorno natural, junto con un chaleco y corbata azul y gris que le daban un toque sofisticado y moderno.
Una ceremonia cargada de emociones
La ceremonia al aire libre fue el corazón de este gran día. Rodeados de la belleza de Tejera Negra, los amigos y familiares tomaron la palabra para dedicar mensajes llenos de cariño a los novios. Uno de los momentos más emotivos lo protagonizó el abuelo de Sandra, quien recitó un poema que había escrito especialmente para la ocasión.
Como no podía ser de otra manera, Everest, el fiel compañero peludo de la pareja, también tuvo su protagonismo. Durante la ceremonia, decidió acomodarse sobre la cola del vestido de Sandra, arrancando risas y ternura entre los asistentes.
Celebrando bajo la lluvia
Aunque la lluvia interrumpió el plan inicial del cóctel en el jardín, el interior de la finca se convirtió en el lugar perfecto para seguir celebrando. La música, las risas y la buena comida no faltaron.
El banquete fue toda una experiencia. Sandra y Jorge organizaron un juego que animó a todos los invitados: al ritmo de la música, cada mesa tenía que salir a bailar. La mesa ganadora fue premiada con un paraguas de una protectora de animales, reflejando la pasión de los novios por el cuidado y respeto hacia los animales.
El broche de oro
La fiesta comenzó con un espectáculo que dejó a todos boquiabiertos. Sandra y Jorge prepararon un baile que mezclaba diferentes estilos, demostrando que el esfuerzo y la dedicación también se ven en los pequeños detalles. Fue el inicio de una noche llena de diversión, en la que cada invitado disfrutó al máximo.
En Sonrye Fotografía, tuvimos la suerte de documentar cada momento de esta boda tan única en Tejera Negra. Capturamos la esencia de Sandra y Jorge, la complicidad entre ellos y el cariño que sus seres queridos les brindaron en cada instante.