Lucía y Jaime decidieron hacer su preboda en el Escorial. ¿Por qué este lugar? Ellos viven en Boadilla y nos contaron que muchas mañanas de los fines de semana iban al Escorial a disfrutar, haciendo senderismo o comiendo en los múltiples restaurantes locales. Jaime os comentó que allí comían la mejor pizza de todo Madrid. Para ellos era su lugar especial.
Comenzamos la tarde por los aledaños al Monasterio del Escorial. La pareja traía dos looks para la sesión de fotos. Elegimos el primero compuesto por pantalón geométrico para ella y chaqueta color mostaza. Y pantalón negro con chaqueta verde para él. Una combinación cromática que quedaba de fábula en el reportaje de fotos.
La segunda parte de la sesión fue más centrada en la naturaleza. Paseamos por la Ermita y hicimos algunos juegos para que la pareja terminara de perder los nervios de la cámara. En esta ocasión utilizaron el segundo cambio de ropa compuesto por un vestido rojo para ella y una camisa azul de lino para él. Pasear como un borracho, bailar o esconderse entre la la frondosa vegetación fueron algunos de los juegos que hicimos.
Subimos a la silla del rey, y ahí terminamos la sesión. Aprovechamos la luz de atardecer para disfrutar el paisaje y del valle.
Fue una tarde muy divertida y resultó muy sencillo hacer la sesión de preboda por el Escorial. Como siempre os decimos, la actitud lo es todo. ¡Y a ellos le sobraba actitud! ¡Gracias pareja!
Y por si tenéis ganas de más, podéis ver lo preciosa que fue su boda en la finca de Najaraya en Galapagar. ¡La quiero ver!